PARKINSON: SIGNOS NO MOTORES: DISFUNCION SEXUAL 2
El otro gran problema de la disfunción sexual en pacientes con EP son la HIPERSEXUALIDAD Y LAS PARAFILIAS. Estas pueden aparecer hasta en el 22% de los pacientes con EP y su magnitud también puede variar mucho ya sea cuali o cuantitativamente.
La presentación clínica abarca un amplio espectro, desde un simple aumento de la libido (sin gran repercusión para el paciente o su pareja), hasta la aparición de distintas parafilias (algunas graves como la pedofilia o el abuso sexual), pasando por la masturbación obsesiva o el uso compulsivo a pornografía, líneas eróticas o prostitución. Se da más en varones y también en los más jóvenes aunque no es extraño que suceda en personas mayores.
Se ha relacionado principalmente con el uso de agonistas dopaminergicos, pero también con la L dopa y los inhibidores de la MAO-B.
En muchas ocasiones forma parte del complejo denominado ‘trastornos del control de impulsos’ o bien forma parte del denominado ‘síndrome de disregulación hedonística homeostática’ y se asocia a abuso de drogas o alcohol, ludopatía o enfermedades psiquiátricas como la depresión. Para su desarrollo parece haber una predisposición genética.
Esta condición también debe ser pesquisada ya que muchas veces la familia no la refiere por vergüenza o porque pre-suponen que no está relacionado con su enfermedad o los fármacos.
El manejo de esta problemática situación puede plantear las siguientes posibilidades:
- Disminuir al máximo o discontinuar los fármacos agonistas o los Inhibidores de la MAO-B.
- Disminuir al máximo (lo que los signos o síntomas motores permitan) el uso de L dopa.
- De ser necesario utilizar neurolépticos atípicos (Clozapina o quetiapina).
- Si hay deterioro cognitivo puede ser útil intentar Inhibidores de la aceticolina (donepecilo , rivastigmina , galantamina).
- Si todo falla y el caso lo amerita (gran repercusión familiar o legales) utilizar castración química con medroxiprogesterona o espironolactona.
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