EJERCICIO Y ALZHEIMER
Los hallazgos de resonancia magnética muestran los efectos neuroprotectores del ejercicio aeróbico en pacientes con enfermedad de Alzheimer precoz
La enfermedad de Alzheimer (EA) es la causa más común de demencia, que afecta a casi el 10% de los adultos de edad > 65 años y > 30% de aquellos con edad > 85 años. El envejecimiento desproporcionado de las sociedades globales aumentará el impacto personal y económico de la EA. Se necesitan estrategias que produzcan beneficio cognitivo a un costo reducido.
Washington, DC - 22 de julio 2015 - El ejercicio aeróbico demuestra beneficios neuroprotectores en las conexiones de la sustancia blanca de los pacientes con enfermedad en estadio temprano de Alzheimer , según los resultados de un pequeño estudio aleatorizado presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer 2015 (CIAC).
Washington, DC - 22 de julio 2015 - El ejercicio aeróbico demuestra beneficios neuroprotectores en las conexiones de la sustancia blanca de los pacientes con enfermedad en estadio temprano de Alzheimer , según los resultados de un pequeño estudio aleatorizado presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer 2015 (CIAC).
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El ejercicio aeróbico puede estar asociado con cambios en la conectividad tálamo-cortical, lo que sugiere que el ejercicio aeróbico, incluso después de la aparición de la AD, puede beneficiar la conectividad cerebral.
El autor Dr. Perea y sus colegas trataron de examinar directamente la microestructura cerebral en pacientes con estadio temprano de EA (valoración demencia clínica 0,5 o 1) asignados a un régimen de 26 semanas de ejercicio aeróbico consistente en cinta de caminar (n = 16) o no aerobico con ejercicios de estiramiento y aumento del tono muscular (n = 14).
A las 26 semanas, el programa aeróbico había impulsado el consumo máximo de oxígeno por 1,8%, mientras que una disminución de 2,0% fue evidente en el grupo ejercicio no aerobico (P = 0,014). El ejercicio aeróbico produce una mayor conectividad en comparación con el ejercicio no aerobico en la circunvolución cingulada derecha (2.67% vs -0,91%; P = 0,029) y la disminución de la conectividad con el giro post-central izquierdo (-1,12% vs 0,34%, p = 0,041).
Estos hallazgos ofrecen apoyo basado en la evidencia para el valor neuroprotector de ejercicio aeróbico.
En particular, los investigadores llegaron a la conclusión, que esta población de pacientes demuestra que los cambios cerebrales positivos pueden ocurrir incluso después del diagnóstico de la EA. El ejercicio no fue demasiado exigente, señaló el Dr. Perea , y podrían ser realizados por muchos pacientes con EA, que disfrutarían también de los otros beneficios que conlleva el ejercicio.
